Dispara, ya estoy muerto de Julia Navarro
Reseña
Marian Miller debe realizar un informe sobre los
asentamientos judíos en territorio palestino y es así como llega a entrevistar
a Ezequiel Zucker un anciano judío
residente en Jerusalén. Pero dicha entrevista se transforma en un raconto donde
ambos interlocutores van construyendo las vidas de dos familias: Ezequiel narra
la de Samuel Zucker , su abuelo que es expulsado de la Rusia zarista y llega a
la tan mentada "tierra prometida" y Marian cuenta la del palestino Ahmed Ziad que
le vende parte de sus tierras a Samuel. Este será el punto de encuentro de
ambas familias que entrecruzarán para siempre sus vidas.
Comentario
Las novelas históricas resultan interesantes porque además
de entretenernos nos informan, nos cultivan. En este caso las historias que
construyen Marian y Ezequiel nos ayudan a comprender el sempiterno conflicto
palestino-judío, además de ilustrarnos sobre sus costumbres, tradiciones y respeto
por su religión. La novela nos lleva de
la Rusia zarista a la posguerra de la Segunda Guerra mundial, desde San
Petesburgo a París y desde Jerusalén a Londres .
Con un estilo preciso y depurado la autora caracteriza tan bien a los
personajes que resulta fácil identificarlos a pesar de las novecientas páginas
que conforman la novela. El amor, el
miedo, el desengaño, la pasión se entrecruzan en la vida de estos personajes
que nos mantienen atrapados hasta el final de la obra.
Dispara, ya estoy muerto es una novela soberbia de una
escritora talentosa, pero lo único que no me cierra es su título. Una frase que
puede confundir a un lector despistado con un policial de poca monta.
Hola! Me gustó mucho la obra, pero creo que la autora tiene cierta tendencia que si llegás hasta el final podrás saber cual es, de todos modos el final no me gustó y el título tampoco.
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