El monasterio

El monasterio de Luis Zueco

Reseña

En plena guerra entre las coronas de Castilla y Aragón, el monasterio de Santa María de Veruela, un enclave que pretende ser el lugar más cercano al paraíso celestial, se convierte en escenario de un crimen terrible. Ese mismo día, Bizén, un joven notario llega al lugar con el propósito de llevarse los restos de un personaje famoso que yace enterrado en la fortaleza. El Abad decide que antes de alcanzar su cometido, el notario deberá esclarecer el asesinato. Bizén acepta por obligación ese mandato e inicia su investigación apremiado por el tiempo y fustigado por la renuencia de los monjes a prestar su colaboración.

Comentario

Si bien la trama nos revela un clásico thriller medieval, a mi entender, el propósito del escritor va por raíles diferentes, ya que El monasterio, como nos dice el propio Zueco, es ante todo un homenaje a las tierras del Moncayo que lo vieron nacer y también un elogio a esas fortalezas cistercienses, verdaderos enclaves que sentaron belleza y prestigio en diferentes regiones de la Europa medieval.

A medida que nos adentramos en la novela, es imposible no relacionarla con El Monte de las ánimas de Gustavo Adolfo Bécquer o con la atmósfera hermética y sofocante que reina en la abadía de En nombre de la rosa de Umberto Eco.

Si bien como thriller, la intriga se presenta a partir del asesinato del lego Octavio, su ritmo sufre de permanentes altibajos debido a las innumerables descripciones y los abundantes diálogos empapados de una retórica que más que dilucidar y puntualizar tiende a confundir y eludir. Y es que Zueco otorga prioridad a recrear un estilo que dé cuenta de aquella época y que, sumado a una investigación rigurosa, logre construir un ambiente propicio para que las leyendas del Moncayo no solo aterroricen a los espíritus incautos de la zona, sino que filtrándose por los muros del enclave, aguijoneen las inescrupulosas mentes de los monjes.

Si te gustan  las fortalezas medievales pletóricas de galerías, recintos, torres, celdas y, por sobre todo, innumerables secretos has dado con El monasterio indicado.

Opinión         Reportaje a Zueco