Chanel N°5, el ícono de la seducción que aún persiste
“Anuncia tu llegada y
prolonga tu partida” Es la frase con la que Coco Chanel presentaba su
perfume, pero también sintetizaba esa dosis de vanidad que la acompañaba
después de cada logro obtenido.
Luego de la trágica muerte de
su adorado Arthur “Boy” Capel, Gabrielle Chanel se abocó a conseguir una
fragancia que llenara el vacío de tan terrible pérdida, una esencia que pudiera
revivir esa pasión que los unía.
El número 5 tenía para Coco un
significado especial, y desde su desamparada infancia lo consideró como un
símbolo cabalístico, por esa razón cuando el famoso perfumista Ernest Beaux le
dio a elegir entre veinte fragancias diferente, ella decididamente escogió el
número de su fortuna.
A finales
de los años veinte, sus diseños y creaciones cruzaron el Atlántico y aquel
estilo relajado y vanguardista con que vestía a las mujeres europeas conquistó
rápidamente a las americanas. 
Sin embargo, no fue la modista de las divas de Hollywood, ni la diseñadora del pantalón femenino quien le dio la mayor trascendencia a sus creaciones, sino la promotora del mítico romance entre su perfume y la explosiva Marilyn Monroe quien confesó:
“Sólo duerno con unas gotas
de Chanel N°5 “
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