En una isla, cercana a Carfú, Basil Rathbone,
el mítico actor cinematográfico que encarnó a Sherlock Holmes, se encuentra varado,
junto a una serie de huéspedes, en un hotel a la espera que amaine una tormenta
que no los deja partir.
En el
interín, comienzan a sucederse una seguidilla de misteriosos asesinatos. Por
falta de la autoridad policial debido al mal tiempo, es Basil, quien asume la
investigación.
Es así como imbuido en el personaje que tantos
años representó y, acompañado por un español, al que llama Watson, tratará de
descubrir la identidad del criminal.
El problema final más que un policial al estilo Sherlock Holmes es una novela metaliteraria , donde la intertextualidad se desborda mientras las pesquisas del detective se intercala dosificada. Plagada de citas literarias y cinematográficas, el autor nos va escamoteando información pertinente a fin de confundirnos dentro de la lógica del protagonista. Los personajes son planos están en función de esa trama lúdica, de ese desafío que Reverte pretende mantener con el lector.
El problema final es un híbrido que termina llegando a un desenlace no del todo inesperado si se es un avezado conocedor del género.
También te puede interesar 29 segundos
No hay comentarios.:
Publicar un comentario