El verano del comisario Ricciardi de Maurizio de Giovanni
Reseña: La bella duquesa de
Camparino, de reconocida reputación entre nobles y burgueses es asesinada en su
casa que comparte con un esposo anciano, postrado en cama y un hijastro con el
que no tiene ningún tipo de relación. El comisario Ricciardi, protagonista de
la saga, al llegar a la escena del
crimen, escucha las palabras de la duquesa antes de morir. Esa frase más
ciertos indicios lo llevan a sumergirse en una compleja investigación con la
inquebrantable ayuda del sargento Maione. Por otro lado, la joven Érica, su amor
secreto, tendrá que lidiar con un pretendiente impuesto por sus padres,
mientras la viuda del tenor Vezzi, Livia, decide regresar a Nápoles con el
firme propósito de seducir al único hombre que hasta el momento la ha
esquivado: el comisario.
Comentario: Como ocurre en las
sagas, las variables literarias están siempre sujetas a cambios. Aquí no es el
espacio, Napoles, sino el tiempo el que ha cambiado. Un verano bochornoso cae
sobre los napolitanos y, además, nos encontramos con un comisario Ricciardi más
solitario que antes, más torturado por los muertos que le hablan mientras
camina por las calles de la ciudad. Sin embargo, su vida privada empieza a
tener protagonismo en la trama. Dos mujeres parecen disputar su amor, la
recatada Enrica que lo espía, también, en secreto a través de su ventana y la
despechada viuda del tenor Vezzi, víctima de la primera entrega de la saga. A
pesar de que todo se tiñe de ese pesimismo melancólico con que el comisario
analiza el caso, las notas de humor llegan de la mano de Maione, su compañero,
que se ha puesto a dieta y está sometido a los controles implacables de su
mujer.
La novela mantiene el mismo
suspenso que la primera y Riccardi se obsesiona con las palabras que la duquesa
pronunció antes de expirar. El interés por descubrir quién mato a esa bella
mujer abre una galería de sospechosos que resulta un auténtico solaz para los
lectores detectives que quieran sumarse a
la investigación.
Opinión:


Opinión:



No hay comentarios.:
Publicar un comentario