La biblioteca de los muertos de Glenn Cooper
Reseña
En la Inglaterra del s VII, Octavio, séptimo hijo de un séptimo hijo es
depositado en la Abadía de Vectis por tener poderes sobrenaturales. El prior
advierte que el niño no habla, sólo sabe escribir con toda soltura, en
diferentes idiomas, nombres y fechas. Con los años, una mujer, encargada de
alimentarlo, lo seduce y Octavio procrea un hijo que es idéntico a él,
pelirrojo, mudo y con el mismo oficio. Es así como, con el tiempo, la abadía
construye una enorme biblioteca bajo tierra
para cobijar a una prole de escribientes de cabello rojizo y los cientos
de códices que producen.
Después de la Segunda Guerra Mundial, la presencia de esa subterránea
biblioteca escondida en la isla, que en esa época había cambiado su nombre por
el de Wight, es trasladada a Estados
Unidos y, allí, por orden del presidente Truman se catapulta en una zona
desértica de Las Vegas con el nombre de Área 51.
En el 2009, la ciudad de Nueva York es asolada por una serie de
crímenes inconexos que sólo tienen en común una postal con la frase Juicio Final. El agente Will Pipper del FBI es designado
para resolver este intrincado caso.
Reseña
La biblioteca de los muertos
más que un thriller policial es un relato apocalíptico que se desgrana en tres
líneas narrativas entrelazadas por un secreto que todas hacen lo posible por
preservar (a excepción del inspector Pipper que sólo busca develarlo). La trama presenta varios cabos sueltos
propios del género fantástico.
Sin embargo, lo sobrenatural se hace más fácil de asimilar en ese
sombrío medioevo inglés con abadías, criptas, monjes y códices, que en las
otras líneas argumentativas.
Por el contrario, lo policial cobra su mayor fuerza en la época actual
con el notorio protagonismo del agente del FBI, alcohólico y mujeriego, y el
sugerente estilo envolvente y ágil propio del género.
La biblioteca de los muertos es la primera de una trilogía que cabalga
entre lo fantástico y lo policial, una novela ambiciosa pero entretenida.
Opinión
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