El último de los nuestros de Adelaide de Clermont-Tonnerre
Reseña
Werner Zilch es un joven arquitecto tan audaz como irreverente. Le
gustan las mujeres para pasar el rato hasta que conoce a Rebeca Lynch, una
mujer que parece estar hecha a su medida. La tórrida y caprichosa pasión que
nace entre ambos parece invulnerable hasta que Rebeca le presenta a sus padres.
A partir de ese momento, sobreviene una separación abrupta que lleva a Werner, por primera vez, en su condición de hijo
adoptado, a investigar sobre sus raíces europeas.
Opinión
La historia de Werner Zilch se
balancea entre dos tramas: la ambientada en Dresde, después de la derrota de
Alemania en la Segunda Guerra Mundial , que nos relata el nacimiento y los primeros años de vida del
protagonista y la enmarcada en la Nueva York de la década del setenta, que nos describe a
un talentoso empresario capaz de cumplir " el sueño americano".
Ambos hilos argumentales se
alternan y nos presentan dos realidades radicalmente opuestas, que lleva al
lector a inclinarse por la primera. Tal vez porque es más interesante, precisa
y emotiva o porque el romance de Werner y Rebeca, desarrollado en la segunda,
no genera la empatía esperada en los
lectores. Sólo se sustenta y cobra interés cuando se fusiona con la primera historia.
La escritora emplea dos puntos de
vista diferentes: el de Werner, en primera persona, que nos permite tener una
idea cabal de su personalidad y la del narrador omnisciente, en tercera, para
ilustrarnos sobre la fuga de los científicos nazis y no nazis hacia
Norteamérica, el país de las oportunidades.
El último de los nuestros es una
novela bien escrita, con un título sugerente y un final tan esperado como
emotivo, especialmente recomendada para los amantes de la ficción histórica.
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