El enigma de París de Pablo De Santis
Comentario: Cuando comencé a leer esta novela, la asocié inmediatamente con el film de Truman Capote Un cadáver a los postres. En ambas se reúnen los mejores investigadores del mundo y también en ambas no cejan de presumir sobre sus casos, métodos y razonamientos. Sin embargo, su relación sólo está en el comienzo de la novela, ya que Truman hace una parodia del género policial; mientras que De Santis pretende posmodernizarlo. Por otra parte, no son los detectives quienes realmente se ponen a prueba sino sus adláteres (ayudantes)
Reseña: El joven argentino
Sigmundo Salvatrio, hijo de un zapatero y aprendiz de detective, es enviado a
París por su maestro, el famoso detective Craig. A raíz de una enfermedad, este
últimos se ve imposibilitado de viajar y lo envía a él en su reemplazo como
ayudante del detective Arzaky. El motivo del viaje es la reunión que llevarán a
cabo Los Doce Detectives más famosos del mundo para exponer sus casos en La
Exposición Universal de París.
A poco tiempo de su llegada, uno
de los investigadores es asesinado y Salvatrio como adlátere de Arzaky comienza
su aventura detectivesca. Una serie de pistas falsas, la aparición de nuevos
personajes, las anécdotas y reflexiones sobre el oficio policial, dilatan un
poco el hallazgo de las piezas de este rompecabezas; pero finalmente Sigmundo
emerge victorioso del enigma y devela la identidad del verdadero asesino.
La historia, relatada desde sus comienzos en primera persona, nos presenta a su protagonista Salvartori. Un personaje que va madurando paulatinamente a medida que echa luz a los enigmas que se le presentan. La novela respeta ciertas pautas del policial clásico: crímenes, sospechosos, investigadores, pero adolece, según mi criterio, de una tensión sostenible. Son demasiados los personajes, las digresiones atiborradas, a su vez, de breves relatos y reflexiones, para que el lector pierda la atención sobre el crecimiento de Salvatori y la resolución de los enigmas.
De Santis construye con una prosa impecable un policial original, entretenido, pero con altibajos a la hora de mantener el suspenso.
La Torre Eiffel coronó la Exposición Universal
de Paris en 1889 por el material con el que estaba hecha: el hierro.
Valoración

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