La marca de la luna de Amelia Noguera
Reseña
En una aldea de la India, la madre de Lila fallece al traerla al mundo.
Su abuela Asha, la cría como una bruja con poderes que sólo deben hacer el bien
y también la protege del maleficio que le arrojó su abuela paterna por haber
nacido mujer: Provocar la muerte del hombre amado. Cuando Asha muere, una
familia europea la adopta en extrañas condiciones y la llevan a Praga para que
ocupe el lugar de su hija muerta. Lila llevará a Europa del Este sus costumbres
y rituales, los secretos de su magia y el estigma de su estirpe: la marca de la luna en su vientre. Su vida será una retahíla de infortunios y culpas que no
podrá evitar y la harán conducirse en forma diferente del resto de las mujeres.
La novela está narrada en primera persona, siendo así el punto de vista
de Lila el que nos relate la historia, pero su enfoque por momentos desdibuja
sus contornos y se transforma en un narrador omnisciente capaz de ver como
actúan y piensan los que la rodean. Tal es el caso de su hermanastro que la ama
en silencio y la contempla de noche mientras duerme desnuda en su camastro. Sin
quitarle reconocimiento a la minuciosa y vasta investigación de la escritora sobre
la religión y cultura india, la narración ralentiza su ritmo al cargarla de
tantos dioses y rituales.
En mi opinión, su valor literario no supera a su antecesora La pintora de estrellas.
Valoración
1/2
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