Leonor de Aquitania más que una mujer que revolucionó el medioevo
parece un personaje de ficción debido a
los pocos datos con que se cuenta de su existencia y la abundante literatura
que se inspiró en ella. Pero a juzgar por el increíble derrotero de su paso por
este mundo, no cabe duda que ha dejado una huella indeleble en la historia
europea.
Según las pinturas de la época llevaba unas trenzas largas que más
tarde se impusieron en la corte francesa.
La duquesa de Aquitania
Aquitania, cuna del amor cortés y de los mejores vinos, la vio nacer a comienzos del siglo XII como futura heredera de ese vasto y rico ducado. Acostumbrada al buen trato que la mujer recibía como fuente de inspiración de los trovadores, no aceptó desde pequeña doblegar su orgullo ante la autoridad de ningún hombre. La prematura muerte de su padre y la ausencia de un heredero varón la convirtieron en duquesa con tan sólo trece años.
Leonor, reina de Francia
Su casamiento obligado con Luis VII, el joven, la convirtió en la reina consorte de Francia. La austeridad de la corte de los capetos , sumida al rigor eclesiástico, se convulsionó con la llegada de Leonor, una adolescente de quince años. Trovadores y poetas refinaron el ambiente cortesano y lo revistieron con la música y el color de la impronta aquitana.
La ganadora del Premio Planeta 2020 cabalga, entre la realidad y la ficción, la primera etapa de la vida de Leonor
Aquitania
Leonor, reina de Inglaterra
Sólo tres meses después de su
divorcio, con treinta años y dos hijas capetas, se convirtió en reina consorte
de Inglaterra al casarse con el conde de Anjou, Enrique II de Plantagenet. Una
nueva dinastía llevará su sangre aquitana en los ocho hijos que le dará a su
rey.
A diferencia de Luis, el rey enamorado, Enrique fue un marido mujeriego
y un enérgico e implacable gobernante, obsesionado al extremo por centralizar su
poder. Su intransigencia y despotismo lo alejó de su esposa y de sus hijos,
distanciamiento del que, más tarde, Leonor sacó provecho al predisponer a los
herederos contra su propio padre.
Sin embargo, el fracaso de su insumisión la llevó a un cautiverio de casi veinte años. Con la muerte de EnriqueII, Ricardo, Corazón de León, su hijo favorito, la libera de su encierro y la nombra con sesenta y siete años regenta de Inglaterra.
Más fortalecida que nunca, la aquitana volvió a la contienda política con una actitud más liberal y contemplativa para las clases menos favorecidas. Realizó también una intensa actividad diplomática para pagar el rescate del rey, cuando de regreso de Constantinopla fue hecho prisionero por los germanos.
Después de la muerte de Ricardo, Leonor resistió los vientos en contra para asegurar que la dinastía de los Plantagenet continuase en el trono. Cercana a los ochenta años, se retiró a su querida Aquitania donde falleció en 1214.
La trayectoria de Leonor,
duquesa, reina de dos Estados, regenta y poeta nos deja en claro que el germen
feminista estuvo presente en el medioevo y su coraje, temeridad y suspicacia para
transgredir las normas de esa misógina sociedad han sido sus mejores armas.
También te puede interesar
No hay comentarios.:
Publicar un comentario