La novela policial es un género urbano, que aparece con el crecimiento de las urbes y el nacimiento de las fuerzas de seguridad. Sus orígenes se remontan a Los crímenes de la calle Morgan
y tienen como rasgos inherentes la intriga y el suspenso. Marcado por el positivismo científico, sus tramas desarrollan un juego racional y lógico con el que se llega a resolver el conflicto. Todo policial rompe el orden social con un asesinato, un secuestro y las fuerzas de orden deben intervenir para restaurarla.
En los comienzos del género, es
en la clase social alta donde se encuentran las víctimas y un detective sofisticado
y racionalista el que resuelve el caso. Sherlock Holmes y Hercules Poirot son por antonomasia los
arquetipos que dieron trascendencia internacional al género.
Entrado el siglo XX, no es el
razonamiento lógico solamente el recurso principal, sino que también interviene
el análisis psicológico de los personajes. Por lo general, el detective suele
ser un hombre solitario, autodestructivo, mal hablado, cínico, con cicatrices
difíciles de curar, el caso de Marlowe o Pepe Carvahlo. Ya en el siglo XXI la
figura de Camille de Pierre Lamaitre es el inspector francés de un metro y
medio, pero con un carácter irreductible.
Más adelante al acto delictivo se le suma la corrupción política, financiera de una sociedad global. En La senda oscura la inspectora de Asa Larsson, Anna Maria Mella tendrá que enfrentarse a las grandes corporaciones.
También aparecen las fobias y
elementos surealistas como el caso de los muertos que dan pistas El comisario Ricciardi de Maurizio De Giovanni es un ejemplo. El verano del comisario Ricciardi
La novela negra a diferencia del policial tiene por escenario los ambientes sórdidos, oscuros y la presencia de una violencia descarnada, la degradación sexual y el morbo. Crímenes exquisitos de Nieves Abarca y Vicente Garrido
También el llamado domesctic noir
como se manifiesta como una corriente
escrita y protagonizada por mujeres que rompen el estereotipo, es el caso de LaViuda de Fionna Barton.
Si bien desde hace unos años son
los nórdicos los que llevan la fama de grandes narradores del género, existe un
público lector adicto al policial clásico o al noir que reconocerá las
cualidades de cualquier escritor especialista en el género.
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